Hoy como es habitual en mi, porque me encanta escuchar música, me puse a recordar alguna de las canciones que fueron temazos del verano en años anteriores.
Es imposible oírlas y no sonreír, cuando recuerdas aquellos momentos que el paso fugaz del tiempo deja suspendidos en un pasado ya lejano.
Hay una canción en especial que me hace recordar aquellos días en los que mi madre y yo bajábamos al apartamento de la playa, en Almuñecar.
A ella lo que más le gustaba de bajar a la playa era que pasarse durmiendo todo el tiempo que quisiese y más, en eso estábamos las dos de acuerdo.
Por mi parte, y sobre todo en verano lo que más me gustaba, eran las noches en las que se celebraban fiestas para los niños y niñas que estábamos aquellos días.
Eran muy divertidas y con lo mucho que me gustaba a mi bailar me lo pasaba genial.
Algunas veces bajábamos las dos a ver las actuaciones que hacían.
En las mañanas, yo que siempre me he levantado temprano, me bajaba al bufet libre y devoraba todo lo que encontraba a mi paso.
Es increíble que pase el tiempo tan rápido y que tan solo una canción te haga recordar tantos momentos, dándote la oportunidad de revivirlos de tal forma que lo sientas como si aún formasen parte del presente.
http://www.youtube.com/watch?v=El53OmboUx8
Una extraordinaria libertad de ofrecimiento
Hace 9 años
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